Desde la antiguedad para los chinos y otros pueblos de Asia, el durazno ha sido un símbolo de larga vida e inmortalidad, por lo que no es raro encontrar pinturas alusivas a esta fruta en estas culturas, y no es para menos ya que su importante aporte en manganesio, zinc y fósforo, además de elevar las expectativas de vida.
Una de las más importantes curiosidades acerca del origen de la zanahoria es que ésta no poseía inicialmente el intenso color naranja que ahora la caracteriza, sino que se cultivaba una variedad que era púrpura en el exterior y anaranjada en el interior.
Las cerezas, son conocidas como “súper fruta”, están llenas de antioxidantes llamados antocianinas que ayudan en la reducción de enfermedades cardíacas y cáncer.
Las frutillas son un excelente recurso para prevenir el sobrepeso, la obesidad y numerosas enfermedades. Contienen minerales como calcio, potasio, yodo, silicio, fósforo, magnesio, vitamina C, A (carotenos) y E (antioxidantes), B1, B2, B3 y B6, K.
Es una fuente importante de potasio que te ayudará a prevenir calambres, contracturas y cólicos menstruales, ya que contribuye al correcto funcionamiento de la contracción y relajación de los músculos.
Desde la época prehispánica, la chía ha sido considerada una fuente de energía capaz de permitirle a una persona sobrevivir por largos períodos de tiempo con tan solo comer un par de cucharadas.
La berenjena tiene su origen en la India, aproximadamente mil años antes de la era cristiana. El mundo clásico no la tuvo en mucha estima por tener poco gusto. Además, se decía que entristecía el ánimo, que daba dolor de cabeza y que dejaba el rostro del que la comía de color morado.
La pimienta da un toque picante, aromático y de sabor a cualquier plato. Para guisos y cocidos, es ideal la pimienta en grano. Para carne, pescados y salsas, es mucho mejor la pimienta molida. Los expertos aconsejan comprar la pimienta en grano y molerla uno mismo, porque así mantiene más el sabor y el aroma.