31October

Lo malo de bañarse con agua muy caliente

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El calor generado por la ducha hace que el aceite de la piel se diluya, de forma parecida a como lo hace la manteca cuando se le aplica calor.

Si añadimos algo de jabón en la mezcla, la capa de aceite de nuestra piel será barrida rápidamente. En principio, tampoco es algo tan malo. Esa misma barrera de aceite atrapa la suciedad y el sudor, lo cual lleva al olor corporal. Aun así, sin estos aceites, la humedad en nuestra piel se escapa fácilmente, lo cual nos lleva a tener una piel seca e irritada. Cuanto más larga y caliente sea la ducha, más rápido será el proceso y más humedad se perderá.
Una vez que sales de la ducha, puede que notes que la piel se te pone roja y te tengas picores, lo cual es un signo claro que la piel ha comenzado a secarse. Con duchas calientes regulares, puede que también note que ciertas partes de la piel se pueden pelar o a formarse grietas.
Las personas que se bañan con agua caliente y se exponen mucho tiempo a ella, son más propensas a sufrir dermatitis atópica debido a que retiran la grasa que protege a la piel contra el frío.
La dermatitis atópica es una enfermedad producida por la resequedad de la piel que se caracteriza por producir picazón en varias áreas del cuerpo, incluidas piernas y espalda,la dermatitis tiende a ser ligeramente mayor en varones debido a que éstos no suelen utilizar cremas como lo hacen las mujeres para lubricar la piel.

Problemas circulatorios

A las personas que padecen de varices el agua les afecta en el sentido en que el agua caliente lo que hace es dilatar (los vasos sanguíneos), y si se hacen baños de agua caliente presentan más síntomas.
Las personas con enfermedad venosa se recomiendan más bien los baños de agua fría, no utilizar ni caliente ni tibia, porque se les hinchan más las piernas y al haber hinchazón hay dolor, se recargan más, si tienen enfermedades muy crónicas, de muchos años predisponen a que se abran úlceras.
Lo recomendable es permanecer en la ducha no más de diez minutos. Mantener la temperatura del agua a un nivel medio durante la ducha. No tiene porque estar fría y causarnos impresión, pero de ninguna manera demasiado caliente. Cuando te duches, puedes considerar usar jabón solamente en áreas donde sudes, como por ejemplo en las axilas, pies, etc.
Una vez que hayas acabado la ducha, otra cosa que nos puede beneficiar es secarnos dándonos ligeros toques con la toalla en lugar de frotarnos, y después aplicarnos una crema hidratante. Este tipo de productos actúan como un sustituto temporal para los aceites naturales de nuestra piel, y previenen que desaparezca la humedad de nuestra piel.

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