02March

Nictofobia el irracional miedo a la Oscuridad

Una vez que se pone el sol, que se apagan las luces del hogar, aparece el miedo a lo que hay donde no se ve.

miedo a la oscuridad 1

Puede ser un ruido, la inoportuna percepción de una sombra o cualquier otro elemento “tenebroso” lo quedispare la nictofobia, el miedo irracional a la noche o a la oscuridad.También conocida como escotofobia, acluofobia, ligofobia o mictofobia, la enfermedad se presentecomúnmente en niños, pero puede continuar cuando se alcance la vida adulta si no se abordó correctamentetiempo. En ambos casos será día tras día una misma pesadilla vivida con ojos bien abiertos.El miedo a la oscuridad, o nictofobia es común en la mayoría de los niños y en algunos casos en adultos. Lanictofobia en realidad, muchas veces no es un miedo a la oscuridad en sí, sino a los riesgos que imaginamosque podrían estar latentes cuando estamos en total penumbra.
Algunos grados de miedo a la oscuridad son totalmente normales especialmente en las etapas de crecimiento de los niños. Nuevas investigaciones apuntan a que el miedo a la oscuridad comienza a aparecer antes de los dos años de edad, lo que quiere decir que todos, algunos en menos o más niveles que otros, en algún momento fuimos nictofobicos.Cuando el miedo pasa de ser normal a obsesivo, y alcanza niveles exagerados, entonces el miedo pasa a ser patológico y debe ser atendido por un profesional de la psicología.

 Síntomas y Consecuencias

Ante un episodio de nictofobia el enfermo sufre síntomas tales como sudoración, aumento del ritmo cardíaco, cistitis, vómitos y mareos, bloqueo del pensamiento, entre otros asociados a los trastornos de ansiedad. Y si no es tratada a tiempo, además del mal momento, a mediano plazo la enfermedad conduce a la pérdida de sueño, un incremento del estrés e incluso enfermedades físicas.

Por qué aparece?

Los motivos más comunes se dan en la niñez cuando los padres buscan asustar a sus hijos para evitar que hagan algo malo.Pero luego ese miedo se incorpora y reaparece por las noches. Los chicos corren a dormir con sus padres o descansan con la luz encendida.La nictofobia tiende a curarse por sí sola, y si el problema es leve, algunos especialista en la psicología infantil recomienda no llevar tratamiento terapéutico, sino solucionarlo en casa. Entre las medidas que se pueden tomar están encender una bombilla de baja intensidad para que la oscuridad no sea total. Cuando el problema se da muchas veces lo mejor cuando se actúa en el momento es tratar de tranquilizar al niño y darle seguridad. En la mayoría de los casos no se necesita intervención de un profesional, pero si el problema continua y no hay mejoras ese es el paso a tomar.Un psicólogo está capacitado para encontrar y tratar los motivos de la condición.

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