Este trío tan poco convencional de cronógrafos de competición se inspira en el Chevrolet Corvette, el Ford Mustang y el Shelby Cobra, tres verdaderos iconos de la cultura automovilística estadounidense. Los relojes son también un guiño a los modelos Top Time de Breitling originales de la década de 1960, diseñados para «profesionales jóvenes y activos». Las actuales interpretaciones retro-modernas son, quizás, aún más juveniles y libres de espíritu.