Christophe Claret Soprano

Cuatro años después de la presentación del modelo Soprano, la firma de relojería de Le Locle presenta una nueva estética representada en tres originales versiones de este tema, fabricadas en una edición limitada a ocho ejemplares.

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Estos relojes de gran sofisticación y complicación técnica combinan dos de las complicaciones relojeras de mayor belleza: un tourbillon de 60 segundos y una repetición de minutos con carillón Westminster, 4 timbres patentados y 4 martillos, todos ellos realzados por unos puentes escalonados inspirados en el estilo Carlos X. El Soprano, que aúna tradición y modernidad, representa los elevados estándares de la alta relojería desarrollada por la manufactura.

Christophe Claret debe su pasión por la relojería al descubrimiento de los relojes de bolsillo los cuales ya reparaba y restauraba antes de su inicio en la Escuela de Relojeria de Ginebra. Con el paso del tiempo no ha dejado de coleccionar estos maravillosos mecanismos de antaño, centrando su atención en las repeticiones de minutos y en su diseño tan particular. Y si Christophe Claret está fascinado por la mecánica, también lo está por la estética. Por esta razón se interesa en la época de Carlos X. Aunque ocupó el trono de Francia durante sólo 6 años, de 1824 a 1830, el soberano ejerció una clara influencia en las artes decorativas de su época y la relojería se vio afectada también por esta tendencia estética.

La perfección técnica y el equilibrio arquitectónico inspirados en el estilo Carlos X se manifiestan también en estas tres nuevas versiones del reloj Soprano. El movimiento mecánico de cuerda manual obtiene la energía de un barillet único que garantiza una reserva de marcha de aproximadamente 72 horas y asocia en una magnífica perspectiva dos de las más bellas complicaciones relojeras: el tourbillon y la repetición de minutos. El tourbillon de 60 segundos (que da una vuelta por minuto) domina majestuosamente desde las 6 horas, mantenido por un puente escalonado y calado de estilo Charles X. Se trata de un clásico de la Manufactura Claret, curtido en todo tipo de pruebas de laboratorio desde hace años, cuyo corazón late a una frecuencia de 3 Hz (21.600 alternancias/hora).

Christophe Claret ofrece asimismo una extraordinaria interpretación de la repetición de minutos, considerada una de las complicaciones más exigentes al asociar complejidad técnica y calidad musical. Desarrollado en la Manufactura hace más de 10 años, el movimiento del Soprano se ha reinterpretado por completo para equipar este modelo. En la actualidad resulta aún más complejo e incorpora cuatro timbres catedral y cuatro martillos que resultan visibles en la parte frontal del reloj. Esta original construcción evita cualquier obstáculo que pudiera interferir en la difusión del sonido.

Con el fin de otorgar siempre al Soprano un sonido grave y potente, el titanio y el oro han sido los materiales elegidos para la fabricación de la caja. El uso combinado de estos dos metales en la carrura, así como en el fondo de caja y en el bisel, garantiza una resonancia óptima. Una primera versión presenta un agradable contraste entre la brillante sofisticación del oro rojo y las profundidades mate del titanio con tratamiento de PVD marrón chocolate. Una segunda interpretación en oro blanco combina una carrura de titanio con un elegante tratamiento de PVD negro. Por último, el Soprano se presenta en una versión de oro blanco y titanio con tratamiento de PVD azul pizarra. Entre los numerosos detalles que desempeñan un papel importante a la hora de conformar la fuerza visual de esta creación se incluye el juego de colores entre las agujas lacadas en naranja, negro o azul, los tornillos y las piedras preciosas de tonalidades idénticas, así como el cabujón engastado en la corona y el pespunteado de la correa de piel de aligátor.

La caja redonda del Soprano, pese a la dificultad extrema que entraña su fabricación (45 mm de diámetro y 15,32 mm de grosor), se considera de factura clásica. Su gran abertura pone de relieve el movimiento, que se encuentra rodeado por un anillo de zafiro ahumado con una capa de barniz y el nombre Christophe Claret en las 12 horas y el sello Swiss Made en las 6 horas. El anillo interno del bisel, con tratamiento de PVD marrón, negro o azul pizarra dependiendo de la versión, acoge los índices y el logotipo de la marca en forma de blasón en las 12 horas.

El fondo del reloj, totalmente calado, deja campo libre al baile de los muelles y los trenes de ruedas, subrayado por un anillo grabado en forma de pentagrama musical, sobre el cual flota un puñado de notas. Esta profusión de detalles transforma el mecanismo de relojería más complejo en una sinfonía constantemente renovada y melodiosa.

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